Tatiana Piñeres, primer transgenerista con cargo ejecutivo público
Afirma que cuenta la preparación y no el sexo
Cuando hace dos años fue nombrada por el Alcalde de
la ciudad de Bogotá Gustavo Petro como Secretaria de Integración Social de esa
entidad, la gente quedó con la boca abierta. En la cabeza de muchos no cabía
semejante apostasía. En la mente de otros era una decisión arriesgada pero
avanzada, un reconocimiento a la comunidad LGBTI tan maltratada en el país.
Tatiana Piñeres Laverde, contadora pública egresada de la Universidad Central y
especializada en Gerencia de Recursos Humanos, no se arredró para aceptar y
muchísimo menos para llegar a su oficina como muchos pensaron en su momento por
su condición sexual: transgenerista o travesti en un lenguaje más vulgar. Hoy,
a dos años de iniciar sus labores en esta entidad de servicio público y
superada la crisis de la renuncia del equipo de trabajo del saliente
burgomaestre Petro, ella hace un balance de su gestión y si respondió a la
confianza depositada en sus conocimientos por el Alcalde de mentalidad abierta.
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¿Qué ha sucedido
en estos dos años?
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Muchas cosas.
Especialmente haber demostrado que los transgeneristas no somos enfermos, ni
tenemos una enfermedad contagiosa y que a la hora de trabajar somos exactamente
iguales a cualquier ser humano, porque trabajamos con el conocimiento, los
estudios, la experiencia y no de otra manera.
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La gente está
convencida que su labor es defender a la comunidad LGBTI.
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No, están
equivocados. Soy contadora titulada egresada de la Universidad Central y mi
responsabilidad es manejar los presupuestos asignados a la Secretaria de
Integración Social de la Alcaldía que son sumas millonarias y tengo la certeza
y el orgullo de haberlo hecho en un 96% el año 2013 y ahí voy con el del 2014.
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¿Exactamente cuál
es su responsabilidad en este cargo?
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Invertir los
recursos de esos presupuestos bien y evitar que se queden ahí quietos porque no
hay obras dónde invertir.
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¿Ha sido discriminada
por su orientación sexual en alguno de sus puestos?
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Nunca, he sido
afortunada en este aspecto. Incluso trabajé en una agencia de publicidad muchos
años y en otros cargos públicos sin problemas.
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¿Por qué cree
que nadie la molesta?
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Sencillamente
porque estoy preparada para desempeñar los cargos que me asignan. Y aquí no hay
desigualdad de género. La contaduría es matemática e igual la manejan hombres,
mujeres o transgeneristas o. No se pueden cambiar las normas ni las fórmulas.
Es matemática exacta.
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¿Su paso por
este alto cargo administrativo en la Alcaldía Mayor de Bogotá le abre puertas a
otros miembros de su comunidad?
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Estoy segura que
sí. He demostrado ser eficiente, capaz, responsable en el mismo. Como cualquier
persona seria y comprometida con su profesión.
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Debe haberlas.
Hay que abrir espacios porque conozco mucha gente preparada intelectualmente,
con deseos de trabajar, a quienes se les niegan las oportunidades por sus
preferencias sexuales.
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¿Por qué decidió
volverse transgenerista?
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Nací siendo
hombre con tres hermanos. Mi hogar siempre fue feliz, no sufrí ningún rechazo
por parte de mis padres ni mi familia pero siempre sentí estar en el cuerpo
equivocado. Era muy femenina, muy delicada y mi familia se dio cuenta pronto.
Siempre me apoyaron y hace cuatro años cuando decidí aceptar mi condición femenina
no hubo el menor reproche. Hoy sigo muy unidos a ellos y siento que lo más importante
en mi vida es mi familia.
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¿Cómo lo
trataron en la Alcaldia los primeros días de su gestión?
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Con prevención.
No sabían cómo tratarme porque además soy grande. Pero ya se acostumbraron y se dieron cuenta
que mi gestión no se mide por mi condición sexual sino por mis resultados.
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¿Va a hacer
política?
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Lo he pensado.
Hasta el momento sigo en mis funciones de la Alcaldía, porque present mi
renuncia y el Alcalde encargado no las aceptó. Además estoy tranquila porque la
ley de garantías va hasta julio. Pero sí he recibido propuestas y me lo estoy
pensando. Puede ser que desde el Congreso logremos defender más contundentemente
nuestros derechos.
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¿Por qué la
gente tiene tanta prevención contra ustedes?
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Porque están
convencidos que el homosexualismo o el transgenerismo es una enfermedad infecciosa
que se pega a los demás. Yo quiero decirles a ellos que nada de eso es cierto. Es
una opción y la dicta la naturaleza humana y mucho menos tiene que ver con las
capacidades mentales para desempeñar una función o un cargo. Ahí no hay ninguna
diferencia de sexo. Sé es inteligente, capaz, preparado o no sé es. Y nada
tiene que ver con el sexo.
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