A la herencia del Cacique le aparecen familiares de la nada con supuestos derechos y amenaza con convertirse en un serial de larga duración
Todos los muertos son buenos. ¡Una verdad cierta como la vida misma! Después de marcharse a la eternidad ellos no hacen nada malo. Todo lo que de problemático pueda venir después se queda en la tierra y en muchos de los casos en manos de las familias, muchas de ellas armoniosas hasta que una herencia los separa.
Mientras avanza a toda velocidad la preproducción de la novela sobre la vida de Diomedes Díaz que se llamará “26 de Mayo”, día del onomástico del Cacique de la Junta, paralelamente crece la novela sobre todo el lío armado por su descendencia con derechos a su fortuna. Fortuna inexistente en efectivo, porque Diomedes no creía en los bancos ni nada por el estilo. Todo está invertido en tierrita y bienes inmuebles. Lo que el compositor y cantante nunca previó es la cantidad de herederos que resultarían a la hora de la convocatoria para quienes se sienten con derechos.
El día de la reunión en un salón de un Hotel de Valledupar aparecía la última de sus hijas, de nombre Johana, residente en Barranquilla y de quien nadie sabía nada. Como van las cosas, los inmuebles dejados por el cantante no alcanzarán para nada, porque antes debe cubrir una millonaria deuda de impuestos con la DIAN y otra con su disquera que le hacía adelantos cada rato. El dinero por los derechos de la novela de RCN ya le había sido cancelado a petición propia. El otro protagonista de esta historia es su hijo mayor, Rafael Santos, quien decidió montarse en el potro de la repartición. ¡Qué novela! Y esta no es de ficción.
Ahora todos los herederos del Cacique de la Junta están haciendo cola para someterse a la prueba respectiva de ADN para sustentar su parentesco de sangre y optar por el derecho. Rafael Santos, primogénito de su primer matrimonio, anda en calzar prietas tratando de lidiar a esta familia suya que le llegó de repente y sacándole tiempo a sus grabaciones como el jugador de futbol Iván Valenciano en la segunda temporada de la Selección. El camtante desde arriba debe estar muerto de la risa diciendo “con mucho gusto” a sus numerosos herederos. ¡Tremendo lío dejó Diomedes! ¿Quién quiere estar en los zapatos de Rafael?
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