En la primera escapada del año bajamos del altiplano bogotano y buscamos cómo matar en pareja la nostalgia de las vacaciones navideñas y de fin de año. Para los residentes en la capital de la República, Chinauta es una de las opciones más cercanas donde darse unas buenas dosis de sol y paz en cualquier puente o fin de semana, apenas mil metros más abajo de la altitud bogotana y en una distancia más corta de los otros dos destinos clásicos de la tierra caliente para los capitalinos como son Melgar y Girardot, que comparten ruta pero que precisan de unos kilómetros más para alcanzarlos y cuya menor altitud los convierte también en lugares más calientes.
La ruta se emprende desde el Distrito Capital en dirección sur, a veces con un poco de paciencia por el tráfico hasta que se atraviesa la localidad de Soacha. Muchos viajeros programan su viaje para que el almuerzo se de en el conocido alto de las arepas, donde un célebre restaurante con locales a ambos lados de la vía ofrece una buena comida con gran relación entre calidad y precio, se trata de La arepa que ríe y su versión de La vaca que ríe para los postres. Si aman la bandeja paisa no dejen de hacer una parada, vale la pena.
La ruta sigue plácida en bajada constante buscando la localidad de Fusagasugá, la capital del Sumapaz, a la que pertenece Chinauta. Fusa es un vergel de la naturaleza colombiana con el privilegio de un clima cálido pero no de calor extremo merced a los 1.800 metros medios de altitud de su entorno urbano. A sus alrededores halla uno naturaleza generosa, fincas de recreo repletas de vida, miradores con vistas imponentes de sus valles, a los que los residentes y los visitantes acuden para disfrutar de un entorno muy agradable, bañarse en sus ríos o piscinas, y contemplar las puestas de sol en el horizonte de la cordillera. Sus apelativos de “tierra grata” o “ciudad jardín de Colombia” son ya de por sí representativos de esta ciudad de aproximadamente 130.000 habitantes, otrora tierra de los sutagaos, a cuya memoria se rinde homenaje con la famosa estatua de un indio que el visitante pronto divisa en plena ruta panamericana.
Los establecimientos hoteleros de Chinauta son grandes opciones para la escapada. Gozan de las maravillas de este clima generoso y no se demora uno más de hora y media en pasar de los trancones capitalinos al remanso de paz de sus instalaciones. La opción del Chinauta Resort quedó fuera de servicio, y no son pocas las personas que demandan una solución para su reapertura, pero igual dispone de otras opciones similares en las que poder disfrutar del sol y la paz.
El Ecoparque Chinauta es una buena alternativa para disfrutar del clima en sus piscinas, de la gastronomía en sus restaurantes y de la exclusividad de su oferta ecológica. Reúne más de 60 razas de palomas, desde la figurita española de 140 gramos hasta la gigante italiana de 1500. Su dueño y cuidador es un empedernido colombófilo que también exhibe aves exóticas y domésticas como la gallina más pequeña del mundo, originaria de China. Un completo aviario caracteriza este parque natural. También cuenta con granja y una casa en el árbol que es autosuficiente y con tecnologías limpias. Una gran opción para su escapada y muy romántica si la quiere disfrutar en pareja: descanso, naturaleza, experiencia ecológica en un área de 12.800 metros.
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