EXCLUSIVA PECH 10

Según el exmanager, el trato con su esposa Karen habría sido vejatorio y Juanes se habría convertido en terrateniente a costa de los desplazados

Si Colombia se estremeció con las exclusivas declaraciones que dio el empresario Fernán Martínez Mahecha al programa de RCN El Lavadero, en las cuales dejó por el piso y metió una de las vaciadas del siglo al que fue su pupilo durante once años, el cantante paisa Juanes, mucho más estupefactos se van a quedar después de leer lo que la revista PECH pudo averiguar que también ha dicho Fernán sin pelos algunos en la lengua sobre el comportamiento del exitoso artista de Medellín.

Ya pudimos escucharle tildando de indeseable, desagradecido, farsante, estafador y no sabemos cuantos epítetos más al popular intérprete de La Camisa Negra. Negro desde luego se le quedará el humor de más de uno al saber que Fernán, entre otras lindezas, se despachó bien a gusto hablando de la tacañería del antioqueño Juan Esteban con su esposa Karen Martínez y la vida que le daba, que siempre según la versión de Fernán Martínez Mahecha incluía hasta problemas de abuso físico y maltrato conyugal. Una acusación realmente muy fuerte. El cuento tiene que ver, según el empresario, con las veces en las cuales él, en su calidad de manager de Juanes, debía proporcionarle a la esposa dinero para comprar algunos artículos personales de primera necesidad, incluidos zapatos. Como no todo lo que brilla es oro, ese Juanes presuntamente desenmascarado por Fernán Martínez, sería desde luego un total desconocido para sus millares de admiradores en Colombia y el mundo entero y por supuesto supondría un importante socavón para su imagen. Fernán describe a una persona fría, calculadora y excelente negociante que tendría incluso inversiones millonarias en tierras compradas a desplazados a muy bajo precio, especialmente en los Montes de María y que lo convertirían por tanto en todo un terrateniente.

Lo que en su vida se imaginó Rodrigo Castro, el autor de la entrevista con Fernán Martínez, es que cuando le solicitó al exmanager un saludito para “El Lavadero” se encontrara con semejante chiva. A la expectativa anda todo el mundo de la farándula colombiana esperando la contestación de Juanes a las palabras de su otrora amigo y exrepresentante payanés sobre su opinión actual de él. Como están las cosas, nadie cree que Juanes se refiera al tema, pues siempre ha sido discreto y prudente en su vida privada y manejo de imagen. ¿Y a todas estas que dirá Juan Luis Guerra, el nuevo manejador de Juanes? Como buen cristiano, debe estar abrumado al comprobar una vez más el daño que hace una lengua bien afilada. La gran incógnita es saber qué va a pasar ahora.